Es curioso cómo se percibe todo esto cuando eres joven. Mi padre era muy aficionado a la historia y me habló desde que yo era chiquitillo de esas cosas que habían pasado (obviamente, de las futuras no 🙂) y a mí todo me sonaba infinitamente remoto, casi a la par que la caída de Constantinopla o la extinción de los dinosaurios.