El ayuntamiento ha dicho que "era imposible saber que estaba abierta", como si fuese un
speakeasy de la época de la ley seca en EEUU a la que se accediera detrás de un biombo escondido dentro de un armario al fondo de una tienda de comestibles y no un mazacote horripilante lleno de colores y luces y anuncios por todas partes.